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Es un tipo de acero que se utiliza, la mayoría de las veces, para reforzar el concreto o elaborar estructuras que dependen de este último. Y aunque es común que se asocie únicamente a la varilla dentro de la mencionada categoría, es importante señalar que el acero corrugado también engloba a los siguientes productos: malla electrosoldada, alambre recocido, alambre galvanizado, alambre de púas y alambrón.
El acero corrugado recibe este nombre debido a que la varilla, el producto más representativo de la categoría, cuenta con una serie de corrugas por todas partes, las cuales mejoran su adherencia al concreto.
En este mismo sentido, el acero corrugado es de vital importancia para contrarrestar la deficiencia de resistencia a la tracción del concreto. Esta característica es fundamental, pues, gracias al tipo de acero en cuestión se pueden elaborar algunos de los elementos más importantes de un inmueble, como las cimentaciones y las losas, entre otros.
Este tipo de acero presenta, además, una gran ductilidad, por lo que puede ser cortado o doblado con facilidad y sin peligro de que sufra daños en su estructura. De igual manera, ofrece mucha seguridad en cuanto a resistencia frente a los temblores.
Los productos pertenecientes a esta categoría pueden pasar por el proceso de laminado en frío y en caliente, y están compuestos por una aleación de hierro y carbono, además de que contienen bajas cantidades de azufre, fósforo, nitrógeno y cobre. En general son maleables, ligeros, sólidos, estables y reutilizables, por lo que su impacto dentro del medio ambiente es mínimo.
El acero corrugado se utiliza en diversas construcciones; incluso se le puede encontrar en una gran parte de los inmuebles en los que llevamos a cabo nuestras actividades diariamente. Cada uno de los materiales pertenecientes a esta categoría tiene un fin distinto, por lo que a continuación te presentamos los usos más comunes de cada uno de ellos.
Es el principal aliado del cemento, puesto que se utiliza para la construcción de elementos como losas, vigas, castillos, dalas, viguetas, tuberías de concreto y refuerzo de muros de mampostería.
Ver productoCumple la función de proporcionar resistencia a las obras de concreto, consiguiendo que las secciones de la mismas conserven su forma. Se utiliza en cimentaciones, muros de carga, azoteas, viguetas, túneles, calles, tuberías y puentes.
Ver productoEs un producto complementario que, a diferencia de los demás no contribuye de manera estructural, pero tiene aplicaciones específicas: formación de castillos, armado de losas, amarre de aceros estructurales y traslape de mallas.
Ver productoEs un artículo muy similar al alambre recocido, aunque gracias a su recubrimiento tiene diversas aplicaciones no solo dentro del sector de la construcción, sino también en la industria alimenticia (elaboración de parrillas para refrigeradores) y eléctrica (refuerzo y reparación de instalaciones), además de ser constantemente utilizado en la jardinería y el cuidado de animales.
Ver productoSe utiliza principalmente para delimitar espacios y evitar el ingreso de personas sin autorización a las obras en construcción o inmuebles ya finalizados.
Ver productoA partir de este material se fabrican algunos de los productos que te mencionamos anteriormente, como el alambre recocido, galvanizado o de púas. Es además un complemento ideal en la elaboración de elementos como castillos y estribos.
Ver productoLa resistencia de los materiales de acero corrugado depende de distintas cuestiones. En el caso de la varilla, por ejemplo, está relacionada directamente con el grado de acero con el que se fabrica. Respecto a ello, dentro del sector de la construcción se utiliza normalmente el grado 60, que presenta un esfuerzo de fluencia de 4,200 kilogramos por centímetro cuadrado y una resistencia mínima a la rotura de 6,300 kilogramos por centímetro cuadrado.
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