Para evaluar qué tipo de cimbra es mejor se deben tomar en cuenta varios aspectos, entre los que se encuentran su resistencia, la facilidad o dificultad de instalación, la durabilidad de sus elementos, su control y la limpieza de los mismos, por mencionar algunos.
La cimbra metálica presenta más resistencia que la elaborada con madera, debido a que está constituida por diversos elementos o perfiles de acero, lo que le otorga una vida útil más larga y un desperdicio mínimo, puesto que este material tiene mayor durabilidad y capacidad de carga, además de menor desgaste y riesgo de falla.
En cuanto a su montaje, la cimbra metálica es más fácil y rápida de instalar que la de madera, ya que cuenta con varios elementos prefabricados que agilizan el proceso, lo que además facilita emplearla en estructuras de gran altura, puesto que levantar una cimbra de madera en estos casos es muy problemático.
En cuanto a los diversos elementos que pueden conformar una cimbra metálica, son fáciles de reparar a diferencia de las piezas de madera que presentan algún desgaste o deficiencia. Además, los elementos metálicos de una cimbra pueden plegarse o desarmarse de tal modo que ahorran mucho espacio.
Finalmente, los componentes metálicos cuentan con formas y funciones específicas, lo que hace más sencillo su control o inventario con respecto a los elementos utilizados en la elaboración de una cimbra de madera. Por todo lo anterior, podemos concluir que la cimbra metálica es notablemente superior a la de madera.