Las láminas de diferentes materiales son sólo una opción entre los muchos sistemas de techado que existen. Otra opción bastante común suele ser la losa de concreto, que suele hacerse con cemento gris. No necesariamente una es mejor que la otra, sino que responden a las necesidades de diferentes proyectos, presupuestos o planes.
En algunos casos es mejor utilizar láminas, mientras que en otros es más conveniente el cemento. Hablando de la durabilidad, es bien sabido que el concreto es un material longevo, pero que requiere mantenimiento periódico y extenso, sin contar que debe ser reparado ante la presencia de grietas o fisuras.
En contraste, dependiendo del tipo de material elegido, los techos de lámina para casa habitación pueden mantenerse en excelentes condiciones durante décadas, incluso con poco mantenimiento. En caso de que se presente algún tipo de daño en estos elementos, también es bastante fácil, rápido y económico reemplazarlos.
Existen, por otra parte, aspectos en los que el concreto representa ventajas importantes. Y es que este material brinda mejor insonorización durante la temporada de lluvias, debido a los agregados minerales en su composición y en general por el grosor con que suelen tener los elementos construidos con este material.
Si hablamos de aislamiento térmico, ambos materiales necesitan procesos adicionales para ofrecer esta capacidad de forma satisfactoria. El concreto tarda en calentarse, por lo que puede generar habitaciones muy frías. Por otro lado, las láminas se calientan con gran velocidad, pero de acuerdo al material con el que están hechas, pueden reflejar la luz del sol ayudando a crear un ambiente más confortable.